Pasan las almas caminando, corriendo, de prisa
buscando el sentido del diario vivir
vestidas de negro, blanco, marrón, rosado
se pelean la vida, la comida, las ideas, los pareceres
su sinsabor se impregna en la piel,
sus ojos los delata,
es el gran espectáculo, siempre visto
no es de ahora
es la repetición de ciclos y ciclos de esta vida
insabora, que se repite tras el tiempo
¡ sorda vida !
la palabra se esfumó
la escucha se perdió
el amor se confundió
Entonces, el grito protagoniza el momento,
quizá, para no sentir la presión mas allá de los huesos
la carne, los órganos, los tejidos, la célula,
donde habita el silencio eterno de la desesperanza
el sin sentido de la vida, es suicido visceral